Pido una
oportunidad más, no lloro, simplemente estoy pensando en voz alta,
estoy desahuciado del mismo rol que me ha arruinado, entre la
sociedad me muevo como un autómata, tenía mi trabajo, mujer e
hijos, ahora por circunstancias de la vida no tengo nada, perdí
primero el trabajo, luego me divorcié con la custodia de mis dos
hijos compartida, aguanté mientras pude económicamente, primero en
un piso de alquiler, luego en una habitación compartida, ahora vivo
en la calle avergonzado por si mis hijos se enteran, suerte que mi
mujer conserva su trabajo y con ayuda de sus padres puede criar a los
niños, no todo el cero-eurista puede decir éso, como en un comedor
social, algún amigo me invita de vez en cuando, duermo entre
cartones, soy un mendigo, hace tan solo unos años vivía desahogado,
sin embargo ahora además de una deuda de trescientos mil euros no
tengo ni para comer. Pido otra oportunidad... ...La clase media
otrora feliz por su situación, hoy utiliza comedores sociales y
cajeros para dormir entre cartones, no soy yo el único, quizá un
millón o tal vez dos, el país expoliado es testigo de una agonía
colectiva, atascados en el tarquín, en el lecho de un gran pozo,
luchamos con el nombre de crisis, un sin fin de “indigentes”
condenados a seguir así hasta que un “ataque” de debilidad nos
saque de las “calderas de Pedro Botero” para introducirnos en la
vergonzosa historia de una etapa, de un país aferrado a la mísera
voluntad de sus dirigentes. No lloro, permitidme contar la realidad
de una persona hecha añicos por el sistema, toda mi vida vuelta
bocabajo gracias a los tejemanejes, una especie de cáncer originado
por una clase de individuos de panza alegre. Somos pacíficos los
cero-euristas, vivimos extasiados, envueltos en la creencia de que
ésto no es posible que nos esté pasando, por eso nos conformamos
con las migajas que el sistema nos lanza, por eso, acongojados, no
damos guerra y sufrimos la “culpabilidad” que nos achacan las
“hienas” que han desencadenado tal disparate... … El día que
perdamos el sentido de culpabilidad los cero-euristas organizaremos
tal caos que este país tendrá que plantearse qué hacemos para
poder vivir todos como indigentes o como ciudadanos de primera.
Dignidad la
justa para que una persona se considere persona.
A. Hinarejos
24-03-13