domingo, 24 de abril de 2016

Enlace medieval




Enlace
Cabalgando camino del Marquesado de Rubí y después de dar mil vueltas, primero por mi orientación fallida y luego por encomendarnos a esa “estrella” que también se puede seguir de día, pero claro, eso alguien instruido en esos menesteres, no para los cuatro que decidimos ir juntos que demostramos ser muy zoquetes en seguir “estrellas”, bueno por aquel laberinto de casualidades diome además un zarpazo el dragón, desmontome de la cabalgadura y dime de bruces en un “zarzal”, suerte a mis tres acompañantes que con bastante esfuerzo me sacaron del atolladero y volví a poner bajo mis posaderas el lomo de mi jamelgo. Un tanto maltrechos llegados ya por fin al dominio del Marquesado de David y Laura, los que en el ritual de la época se iban a desposar, una ceremonia primorosa donde los invitados venidos de muchos lares fuimos participando. Una vez acabada hubo incluso duelos y quebrantos, en el sentido más literal, el rey estaba dispuesto a ejercer su derecho de pernada retando a David a un duelo a muerte, sin embargo un lacayo del desposado bajo una fuerte suma de dinero ocupó su lugar... ¡¡Muerte!!¡¡Remátalo!! la sangre no llegó al río pero la honra de David y Laura quedó intacta, hubo juegos medievales como tenia que ser. Las viandas las cogimos con deseo, embutidos, quesos, pescado... escalibada, todo regado con vino y cerveza en vasos de barro, casi hartos pasamos al comedor, varias mesas preparadas con más viandas en una especie de barbacoas de la época sobre ellas, atestadas de carnes varias asándose al mismo tiempo que íbamos engullendo, más vino, cerveza, cava... los platos son medio pan y como estamos en el medioevo en vez de comer con la boca lo hacemos con las manos. Baile, jolgorio, bebidas espirituales, jolgorio tras la bacanal. Los padres de la novia lloraban no sé si de alegría por “sacársela” de encima o de disgusto porque se fuera. En fin un día maravilloso (gracias David y Laura) que espero no se repita, si acaso en las bodas de plata. Esto es un cuento de hadas real que no muchos tuvimos el placer de representarlo.
Un abrazo muy fuerte para todos los protagonistas.
A.Hinarejos

24-04-16

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