lunes, 9 de octubre de 2017

Amigos y enemigos






Ver gente abrazando a policías que el día uno habían sembrado el terror por toda Catalunya me preocupa, demuestra que el odio generalizado hacia gente pacífica entre la minoría silenciosa es un hecho, me preocupa porque aunque la constitución a medida prohíbe que una parte de España se separe la realidad catalana es otra, me preocupa que un gobierno tan prepotente parapetándose en el TC, no haya dejado votar y después ordenar anularlo a sus colegas juristas en vez de mandar su ejército de policías vestidos como para luchar contra bestias salvajes no se entiende, todo el planeta lo ha podido ver, me preocupa que un gobierno “demócrata” haya actuado cual caudillo cualquiera y sobre todo me preocupa el espectáculo de ayer, como cuadrillas de fachas perseguían a periodistas, insultaban a la policía autonómica, gritaban Puigdemont al paredón… Las heridas físicas y sicológicas producidas por un gobierno falto de diplomacia tardarán mucho en cicatrizar, la imagen de antidisturbios cargando contra el pueblo cuando la única ofensa es votar no serán fácilmente diluidas en el tiempo. Ayer ocho de octubre había muchos catalanes y eso me preocupa, pero otros muchos vinieron del resto de España, o sea, nacionalismo español, gente que seguramente no conoce Barcelona y vino a defender España y de paso insultar a quien no era guardia civil, policía, o no levantaba la mano haciendo el saludo fascista, luego Vargas Llosa, un buen escritor pero un pésimo político, en Perú lo cambiaron por un japonés, no me extraña después del discurso que propino ayer al final del recorrido.
Me preocupa que una minoría silenciosa se convierta en mayoría al grito de una grande y libre, contando cuarenta y siete millones de españoles,  despreciando la mayoría activa de una minoría de siete millones, en el siglo XXI no se puede obligar a una sociedad aunque sea minoritaria ante un estado a seguir atado a él por la fuerza, algo se ha hecho mal cuando se ha de mandar a un ejército de policías a intimidar agresivamente, algo se está haciendo mal cuando vecinos y familiares del resto y de aquí agasajan a estos policías por las cargas que llevaron a cabo el día uno de octubre.
Me preocupa… la fuerza y la razón casi nunca van unidas.
Andres Hinarejos

09-10-17

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