Quien habrá durmiendo en el punto azul, es una tienda de campaña, habrá un turista, un inmigrante, un desahuciado… En cualquier caso cualquiera que sea es la triste estampa de la pobreza, rodeada de edificios lujosos, es la tristeza que mal vive en Barcelona entre arbustos, parques, y plazas… Es la pobreza de la riqueza.
Refugios sin lavabo, sin cocina, sin piscina, sin pádel… como quizá tengan los edificios que lo rodean, refugio de dos metros cuadrados donde los pensamientos del que lo ocupa serán tan extensos e intensivos como los de cualquier persona que viva enfrente de donde tiene instalado su punto azul. Es la vida, decimos todos, pero no, no es la vida, somos nosotros quienes desahuciamos y hacemos ricos y pobres, somos nosotros quienes robamos libertad, vida y pensamientos… somos nosotros quienes hemos organizado una sociedad llena de fallos.
Un punto azul que seguro que a alguien le molesta y lo denunciará y a partir de entonces no dejarán isntalar más su tienda de campaña en ese sitio, como han hecho en un banco que hay cerca de mi casa hay una entrada de servicio aporchada donde dormían tres personas y que han hecho, han puesto unos maceteros enormes ocupando el sitio del colchón de estas personas, por lo que se han tenido que largar.
Un punto azul cerca del mar y con vistas al paseo, una tienda de campaña tan pequeña que por estar instalada en un sitio prohibido también un día le “desahuciaran”.
Sin robar, sin violar, sin maltratar… un día te puedes encontrar en la calle porque la sociedad la hemos organizado llena de fallos.
18-04-26