Madrid
0, Bcn 50.
Cuando
era niño y me trajeron a Barcelona no entendía por qué el catalán
no se estudiaba en las escuelas, es más yo diría que estaba casi
prohibido hablarlo delante de según quien, fui creciendo tanto
física como mentalmente y empecé a descubrir el “trabalenguas”,
la urbe castellana, ahora madrileña, era la alhaja del dictador y su
lengua se tenía que imponer por doquier, no podía haber un rincón
en el que no se hablara. El mandón se murió y a modo de chapuza sus
acólitos reconvirtieron el país en una monarquía parlamentaria y
en vez de regiones les pusieron autonomías, eso sí, su alhaja la
dejaron sola para poder mangonear el sistema sin que nadie les
molestara, con trabajo e ilusión fue pasando el tiempo y los hilos
del entendimiento se fueron deshilachando, sobre todo los de
Cataluña; autopistas de pago, aeropuerto deficitario, puerto
también... el corredor del mediterráneo sin construir, AVE a última
hora, estatuto de autonomía de vergüenza, en fin, una serie de
decadencias sin las cuales no se puede competir, entonces el pueblo
catalán se dio cuenta de que quería decidir sobre su deleite y su
pena y salió a la calle a contárselo al mundo, no queremos rey, no
queremos que desde la alhaja nos indiquen nuestras libertades y
poesías, queremos ser amos de nuestros fracasos, del placer de
nuestra libertad. Si ellos quieren hacer navegable el Manzanares que
lo hagan, si necesitan autopistas de pago como curriculum pues ahí
las tienen, si como lema han de presentarse a las olimpiadas cada
cuatro años, sin problemas...
Yo
no quiero rey, quiero vivir en un país en el que se pueda competir,
no que me amordacen, quiero que mi país me respete, no que me tengan
por el gruñón por definición, “los catalanes son tan agarraos
que te hacen pagar en las autopistas”, a mi ir y volver a un pueblo
de Castellón me cuesta, como impuesto directo, cincuenta euros, los
de la Alhaja viniendo por autovía 0 €. Recuerdo que cuando era
joven y vivía el mandón si alguien se compraba un coche en
Barcelona, le preguntaban: ¿con M o con B? Sí, la matrícula,
entonces eran numéricas, 1,2,3... y para que Barcelona no
sobrepasara a la capital, había la oportunidad de tener el auto en
quince días con la M y con la B, te lo decían claro, tardará
noventa.
Soy
español de nacimiento y las circunstancias y la mala política me
han hecho catalán de pensamiento, quiero poder decidir el futuro de
mi hijo, quiero pagar peaje, pero no yo sólo... ¿Tanto miedo hay a
que salga que sí? Cuanto más lo ignoren más síes tendrán en
contra y por favor, a mi nadie me ha adoctrinado, simplemente me he
querido enterar del agravio que produce ser o vivir en Cataluña.
En esta tierra la lengua es el catalán, si cuando era pequeño
hubieran venido al pueblo donde nací los catalanes y nos hubieran
obligado a hablar en su idioma, en el momento que hubiéramos podido
los habríamos echado.
A.Hinarejos
18-07-15
No hay comentarios:
Publicar un comentario