“Las
hienas han seguido mordiendo” dice el portavoz del PP, después de
haberle dado de baja del partido para hacerle un favor ¿Cómo se
puede ser tan insensible? ¿Cómo se pueden decir tantas barbaridades
absurdas? El cinismo tiene un límite, la dirección del PP la echó
para lavar su imagen, ha dicho, sólo hay que ver el vacío que le
hicieron el día de la investidura, nadie se le acercó para no salir
en la foto con ella, parecía un alma en pena, solitaria, triste,
apartada... daba incluso lástima ver a una persona que ha hecho por
el PP todo, incluso hasta ser una presunta, daba lástima verla
mendigar un saludo de algún excompañero, desahuciada al grupo
mixto, sin carnet, sin amigos... y ahora cuando ha pasado lo más
grave vuelven a ser todos amigos, todos los que la han apartado como
una apestada ahora la ensalzan. La hipocresía practicada con tanto
descaro nos demuestra que el ser humano en esa agrupación es
utilizado, que cuando necesita apoyo las hienas que describe el
portavoz son ellos mismos incluido él.
Lo
ha sido todo, lo ha hecho todo y le dieron de lado cuando más lo
necesitaba y ellos como hacen casi siempre culpan a los medios de
comunicación y a otros grupos por intentar practicar la democracia,
una democracia que deja mucho que desear en la actuación del PP
sobre la exalcaldesa de Valencia.
Me
da pena la tristeza, la soledad, el vacío... sobre todo si viene de
quien dice ser tu amigo cuando la tristeza, la soledad, el vacío, ya
no tiene remedio.
Los
mordiscos, me gustaría decirle al portavoz del PP, vienen de las
fauces insaciables de sus mal llamado amigos, incluido él.
A.
Hinarejos
25-11-16
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