Cada día la veo más gorda, hoy he visitado a un amigo y me he
quedado perplejo al contarme está fábula; resulta que una persona que necesita
un andador para desplazarse y tiene una reserva de aparcamiento, al tener el
agujero de un árbol relativamente cerca, como se puede ver en la fotografía,
avisa al Ayuntamiento para ver si pueden tapar dicho agujero con el pavimento
que usan en las paradas de autobús, respetando el árbol porque entre otras
cosas no le molesta, hasta aquí todo perfecto, la ficción empieza cuando se
presenta una brigada del departamento de “derribo” y sacan de raíz un árbol de
cuarenta o cincuenta años y dejan el agujero. Uno puede pensar que ha sido un
error, pero es que nos tienen tan acostumbrados a las chapuzas cuando se trata
de acondicionar algo para las personas con movilidad reducida que enseguida uno
piensa, cómo no vamos a salir caros si una cosa que se puede solucionar con
cien euros, ni se sabe cuánto van a facturar, para empezar habrán tenido que
desplazar al sitio maquinaria pesada para arrancar semejante ejemplar, en fin, mientras
no haya un buen control para hacer las cosas bien y obligar al que la hace mal
a corregirlas, nuestro colectivo es una bicoca para cualquier empresa
contratada por la instituciones.
Un árbol más o menos qué importa si la factura será
igualmente abonada.
El agujero de momento está peor que antes en la calle Huelva esquina
Provençals.
Andres Hinarejos
25-06-17
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