No es Guantánamo, es un
hecho real en un hospital de Barcelona, el Clínico, ocurrido la
semana pasada.
Quiero ir al lavabo, me
estoy meando... ...Son las tres de la mañana, me operaron de una cadera
hace dos días, ayer me hicieron caminar acompañado, me puedes
acompañar al lavabo... ...Crueldad... ...Sin mediar palabra me vi amarrado al
armazón de la cama, méese encima, le he puesto un pañal y no
moleste más, con los ojos llorosos y la mente aturdida intenté
desatarme, desesperado atado como una bestia, grité algo menos de lo
que mi humillación requería, aquel “ángel” del diablo vestido
de enfermera aparecía con el médico... ...¿Le inyecto algún calmante? ...Está muy alterado... Amanecí al día siguiente desorientado por la
“droga” que me inyectaron, meado, cagado, atado... a mis noventa
y tres años me ha amargado la vida una persona que amparándose en
sus mentiras y su pocas ganas de trabajar aplica medios inquisitorios
a personas indefensas.
Posiblemente la vida es
más cruel porque personas como ésta auxiliar técnico sanitario no
están “amarradas”.
A. Hinarejos
10-11-13
El sistema es “bueno”
los que no son buenos son los ángeles del mal como está enfermera, pido
que cuando dejemos en un hospital a un familiar denunciemos fechorías
como esta para erradicar la crueldad en nuestros hospitales.
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