Hoy en El periódico:
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/julio-pueblo-hubo-quien-llamo-resucitado-79082#
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/julio-pueblo-hubo-quien-llamo-resucitado-79082#
Ochenta
años después, con veintiún años y una vida feliz, sin estrechez,
más bien consentido al ejercer de hijo único ya que sus dos
hermanas bastante mayores que él ya vivían con sus respectivos
maridos, tuvo que dejar todo aquello y presentarse a hacer la mili,
inmediatamente se encontraba haciendo prácticas de guerra en tierras
de Elda, Novelda... conoció desde dentro el penal de Lorca, me lo
contaba sin rencor pero culpando a Franco del golpe de estado,
después sin saber por qué se lo llevaron a Extremadura, quiero
recordar algún pueblo como Castuera, me hablaba de hambre, piojos,
sarna... Te podías coger los piojos a puñados de las axilas, me
decía. Una noche después de una batalla se quedó acurrucado entre
otros dos soldados, cuando amaneció se dio cuenta que estaban
muertos y él lleno de la sangre de ellos, otro día contaba que
había una piara de cerdos y le dijo al capitán si podían matar uno
para comérselo, ¿tú sabes?, le preguntó, “lo que no sé es
ponerlo vivo” y le pegó un tiro, como él me decía, en la cepa de
la oreja, menudo banquete nos dimos acababa diciéndome. Una noche
entramos en un comercio abandonado y me comí dos botes de leche
condensada, ¡qué aburrimientos!, tuve que estar corriendo toda la
noche si no me muero de la hinchazón, era el infierno en la Tierra,
sobre todo cuando se oían venir volando las “pavas”, como les
llamaban a los aviones enemigos, no se cómo salí de allí, me tiré
tres años en la guerra y luego tuve que hacer la mili. Otro día
había un soldado herido del otro bando y otro le quería cortar el
dedo para sacarle un anillo de oro que llevaba y como pude lo
convencí y no se lo cortó. Que nunca nazca un loco como el
caudillo, que enfrente a hermanos contra hermanos, gente joven
muriendo por el capricho de un personaje trastornado, mesiánico,
déspota... gente muriendo de hambre, mientras él y los suyos
además de pisotear la dignidad de un pueblo llano se atiborraban con
lo que sus lacayos saqueaban. Algún vecino de su pueblo un buen día
se presentó en casa de mis abuelos y les dijo que su hijo había
muerto, que él mismo lo había enterrado, incluso le pusieron una
pensión por hijo muerto en guerra, a lo que mi abuela dijo que ella
no quería cobrar nada por su hijo muerto, pasó el tiempo y mi padre
vino al pueblo, la alegría de mis abuelos y mis tías fue
inconmensurable y al que lo enterró le dijo que lo había enterrado
muy somero y se salió, en el pueblo hubo quien lo llamó el
resucitado.
La
guerra es miserable, mata a gente joven conducida por asalariados
atrincherados en retaguardia, es la locura de un déspota puesta en
práctica, es el infierno bochornoso de la juventud masculina que
pagan los gregarios de toda la comunidad, afirmaba con tristeza.
Nota;
son los recuerdos que tengo de aquella guerra que yo no viví, si con
ello puedo aportar un grano de arena para que nunca más se viva una
catástrofe similar provocada por un loco y sus acólitos me daría
por satisfecho.
18-07-16
A. Hinarejos
No hay comentarios:
Publicar un comentario