Se desplomaron a la sima del despropósito, el agujero era tan profundo que conforme bajaba se iban deshilachando mis ideas, mis ilusiones, mis amigos, mi novia… era una sima desconocida e impresionante, mi ilusión de ser piloto de rally había muerto por completo aunque tenía el coche y la ilusión organizada. Muchos días cayendo y perdiendo como ser humano todo lo que uno atesora con la libertad de una juventud que empieza a labrarse un futuro.
Conocí el averno diabólico de los libros de fantasmas, respiré el aire putrefacto del moribundo que está deseando dejar de respirar, conocí la lucha interna de unas ideas y unos pensamientos destrozados,. Aprendí a querer vivir sin querer. Entendí que mi vida había quedado fuertemente aferrada a la vida y comencé la lucha más importante que un ser humano puede soportar y a partir de un punto dejé de bajar por el agujero profundo de la sima, me estabilicé y pude pensar como salir aunque hubiera perdido casi todo lo que tenía en mis pensamientos y mis ideas. Hoy, después de mil años de aquella situación entiendo que la dureza de la sima me hizo tan duro como el diamante y que la compañía de mi pareja y mi hijo me ha merecido la pena. Junto a todo lo que me rodea lo perdí todo pero volví a ganar una cosa tan importante como es no perder la esperanza y sobre todo llevar una vida normalizada. Con el esfuerzo matemático de una mente firme y las ideas filosóficas, un pensamiento acorde fresco con la situación…
Hoy con mis 27.759 días de vida entiendo que la vida es dura, es adorable, es regular... lo que quiere decir que si no es así no es vida, por eso cuando uno se va la palabra más usual es descanse en paz y a mí aquel día que caí por el hondo agujero de la sima no me había llegado el turno, por lo tanto mientras sea capaz de ver que mi vida es soportable seguirá caminando unos días más..
La vida es luchar y mi lucha es vivir y ser respetado.
29-12-25

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