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También recuerdo ir a párvulos, una sala que había en la casa del cura, enfrente de la casa de mi abuelo y de Pío y un poco más allá estaba el cuartel de la Guardia Civil enfrente de Gregorio Resta, la maestra era la hija de doña Fidela, doña Carmen, porque en aquellos tiempos al cura, al médico y al maestro se les llamaba “don” o “doña”.
También me acuerdo de cuando hice la primera comunión, el cura que había en el pueblo había muerto, se llamaba don Valentín y luego vino otro que se llamaba don Miguel que era un poco burro. A mí particularmente el día que fui a confesarme para hacer la primera comunión, acojonado perdido, en vez de ayudarme me dijo que fuera a aprender a confesarme, que no sabía y como mis tías vivían con mi abuelo Eleuterio al lado de la iglesia, me fui llorando a casa de mi abuelo y se lo conté a mi tía Juana, estuve haciendo pruebas para que el cura no me echara para atrás otra vez, bueno, ya digo, un poco burro el cura porque a un niño de 7 años lo trataba como si fuera una persona mayor. El caso es que tomé la comunión vestido de marinero y como era tan tímido y no me gustaba hacerme fotos ni nada, pues no tengo ninguna fotografía del momento, luego fuí monaguillo con don MIguel,el cura prepotente.
En las Ventas estuvimos viviendo hasta que yo tenía ocho o nueve años, (que por cierto aquella casa la compró después mi tío Eleuterio), luego, de alquiler también, nos fuimos a vivir a una casa que había enfrente de Carrasco, que era el electricista y tenía el acumulador de corriente que daba la luz a todo el pueblo después de traerla desde el Salobre que es donde estaba el salto de agua que la producía. Nuestra casa era de los Garduña y había una higuera en el corral, pasé el sarampión y nació mi hermanico. Enfrente vivía Caraquilla, el marido de Campos, tenían un horno que lo llevaba Justa, la del Perdigón.
En la Venta teníamos muy cerca un cementerio, lo que mucha gente no sabe, era “el Cementerio Nuevo”, incluso saltábamos los ñacos para jugar dentro, era como un corral grande y vacío, tenía dos casetas en la entrada donde se haría la autopsia o lo que sea y un corral más pequeño al final a la derecha dónde enterrar a los que estaban sin bautizar o a los que no creían o no eran católicos. Supongo que lo hicieron para especular porque el suelo era más duro que el mármol y allí no se podía cavar una sepultura ni con dinamita, además en el pueblo ya había cementerio y cabían todos los que se morían y sinó se podía hacer un poco más grande, como hicieron después. El caso es que el Cementerio Nuevo al final se utilizaba como campo de fútbol, un día jugando un partido el Gordo de Teodoro, Angelito, se dobló un tobillo y tuvo que venir el camión de su tío Pedro José para subirlo al pueblo porque el Gordo de Teodoro pesaba un cojón, en fin, luego, gentes menos especuladoras, supongo, hicieron la piscina pública y el alcalde, al que le gustaban mucho los toros, que era Manolo el del Albardero que se casó con mi prima Rosi, mandó hacer una plaza de toros que todavía está, se usa una o dos veces al año pero bueno… tenemos un pueblo chico con una plaza de toros chica pero de toros. Recuerdo que cuando ya dejó de ser cementerio montaban una plaza de toros con palos (rollizos de chopo) y cómo ruedo ponían carros y galeras para poder torear en medio y el toril era el corral que tenía el cementerio para los que se morían sin bautizar o no eran católicos. Recuerdo perfectamente subir a la pared del toril a ver los toros.

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